Utilizar ozono para los ambientes de las oficinas y espacios de trabajo es el medio más efectivo ya que proporcionarán un espacio más agradable para el trabajador a la vez que se aumentará su productividad y seguridad frente a posibles contagios.
El lugar en el que pasamos el mayor tiempo del día suelen ser lugares cerrados, con sistema de climatización y con una gran cantidad de tráfico de personas. Todo ello puede ocasionar la proliferación de bacterias, virus y malos olores.
Así es que los espacios de trabajo deben ser espacios altamente salubres y debe contar con importantes medidas sanitarias que garanticen la seguridad.
Estamos ante una herramienta importante para prevenir la propagación de esta pandemia en los espacios de trabajo:
Diversos estudios científicos han demostrado la inactivación de virus y bacterias mediante la aplicación del gas ozono, producido por ozonizadores de aire. Es decir, que el ozono O3 puede desinfectar el aire interior de ambientes de oficinas así como superficies, eliminando y previniendo virus; y, por tanto, infecciones y enfermedades.
El ozono liberado en un ambiente tiene dos propiedades principales:
Microbicida y desodorizante. Su gran poder higienizante del ozono nos ayuda a tener una alta calidad ambiental en los espacios de trabajo, libre de patógenos y malos olores.
En cualquiera de los casos las propiedades purificadoras y desinfectantes del ozono, proporcionarán un espacio más agradable y fresco para el trabajador, a la vez que se aumentará la productividad, y se disminuirá el absentismo laboral porque habrá menos contagios de enfermedades, y por tanto, menos bajas.